SANTOS TIMOTEO, HIPÓLITO Y SINFORIANO
Mártires
Si no os volvéis y hacéis semejante a los niños,
no entraréis en el reino de los cielos.
(Mateo 18, 3)
San Timoteo fue martirizado en Roma, hacia el año 312, a causa de su celo en la predicación del Evangelio. Como rehusara sacrificar a los ídolos, fue desollado, untado con cal viva y, por fin, decapitado.
San Hipólito, señalado en el Martirologio como obispo de Porto, es probablemente el mismo cuya fiesta se celebra el 13 de agosto.
San Sinforiano de Autun, todavía en la flor de la edad, prefirió morir antes que sacrificar a los ídolos. Cuando lo conducían al suplicio, su madre iba delante de él, y le dijo abrazándolo: Oh, hijo mío, acuérdate de la vida eterna, mira al cielo, mira a Aquél que reina en él: no te quitan la vida haciéndote morir; te la cambian por una mejor. Tendió el Santo su cuello al verdugo y fue al cielo a recibir la corona del martirio hacia el año 180.
MEDITACIÓN SOBRE LA BREVEDAD DE LA VIDA HUMANA
I. La vida del hombre pasa en un momento; los días, los meses, las estaciones, los años se suceden unos a otros con tanta rapidez, que a la hora de la muerte nos parecerá que apenas hemos comenzado a vivir. ¿Dónde están los hermosos días de tu juventud? Han huido para no volver. ¡Ah!, si hubieses empleado mejor el tiempo que te ha sido concedido, tendrías derecho ahora a brillante recompensa.
II. No solamente es corta la vida, sino que está llena de miserias; ningún día hermoso sin nubes, ninguna alegría sin mezcla de amargura. ¡Ah!, ¡si los placeres de esta vida son amargos, qué no serán sus dolores, sus gemidos y sus lágrimas! La vida es dulce para los insensatos, amarga para los sabios. Oh vida humana, quien te ama no te conoce; los que te menosprecian, ésos son los que te comprenden (San Gregorio).
III. No te preocupes, pues, por vivir mucho tiempo. Si vives mal, tu vida no será sino demasiado larga; si quieres santificarte, tendrás tiempo para hacerlo, aunque sea pequeño el número de años. Piensa realmente en emplearlos para el cielo, porque aun la vida de los patriarcas, comparada con la eternidad, no fue sino un punto imperceptible. Pasa, pues, útilmente este breve momento sobre la tierra, y no olvides que de la pérdida del tiempo depende la pérdida de una felicidad sin fin. La vida es larga para quien sepa aprovecharla (Séneca).
El buen uso del tiempo
Orad por la conversión de los herejes
ORACIÓN
Dignaos, Señor, concedernos vuestro auxilio; y por la intercesión de vuestros bienaventurado mártires Timoteo, Hipólito y Sinforiano, extended sobre nosotros la mano de vuestra misericordia. Por J. C. N. S. Amén.
Tomado: de Meditaciones del P. Grosez