SAN SILVERIO
Papa y mártir
Para acercarse a Dios es menester creer que existe
y que es remunerador de los que le buscan.
(Hebreos 11, 6)
San Silverio, Papa, negó a la emperatriz Teodora restablecer al hereje Antimo en la sede de Constantinopla y fue confinado en la isla Pontia. Se refiere que desde allí escribió en estos términos al obispo Amador: Me alimento con el pan de la tribulación y el agua de la angustia, pero jamás he renunciado, y tampoco ahora renuncio a mi cargo. Murió hacia el año 537, a consecuencia de los malos tratos que se le infligieron.
MEDITACIÓN SOBRE TRES ATRIBUTOS DE DIOS
I. Dios es todopoderoso, de nadie depende y todas las creaturas dependen de Él; y, sin embargo, ¡yo me atrevo a ofender a este Dios que puede entregarme a los suplicios eternos! Si Él está contra mí, ¿quién estaría a mi favor? ¿Dónde ocultarme si Él me persigue? Desde que pequé soy su enemigo, y no puedo vivir en paz y sin temor. ¡Ah!, es que yo no medito estas verdades como debería hacerlo. A menudo repetiré este acto de fe: Creo, Señor, que sois omnipotente, y que tendréis en cuenta toda acción tanto buena como mala, porque todo Juez es remunerador en la causa sobre la cual pronuncia sentencia (Tertuliano).
II. Ese Dios será mi juez al fin de mi vida y al fin del mundo. Ese juez está presente en todas partes y a nadie teme; sabe todo lo que hago, nada puede substraerse a su conocimiento; es justísimo y la compasión no tendrá cabida en Él. Lo que hay de más tremendo es que este juez está irritado; y, a la vez, es juez y parte, porque a Él es a quien ofendí. «¿Qué será de mí, Señor, si Vos me tratáis según el rigor de vuestra justicia?». Es horrible caer culpable en las manos del Dios vivo (San Pablo).
III. Dios es eterno; sus decretos son inmutables: lo que Él ha resuelto ejecútase infaliblemente; la sentencia que pronunciará contra mí nunca será revocada. Sin embargo, ¡cuán insensatos somos! ¡Preferimos la amistad inconstante de los hombres a la amistad del mismo Dios! ¡Preferimos desobedecer a Dios antes que disgustar a los hombres; nos adherimos a bienes transitorios y despreciamos los bienes eternos e inmutables!
El temor de Dios
Orad por la conversión de los herejes
ORACIÓN
Pastor eterno, mirad benevolente a vuestro rebaño, y guardadlo con protección constante por vuestro bienaventurado mártir y Sumo Pontífice Silverio, a quien constituisteis pastor de toda la Iglesia. Por J. C. N. S. Amén.
Tomado: de Meditaciones del P. Grosez